El aceite de oliva es también rico en ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada que ejerce una acción beneficiosa en los vasos sanguíneos, reduciendo los niveles de colesterol LDL (malo) en sangre, a la vez que hace aumentar el colesterol HDL (bueno), otro beneficio más que hace de este alimento, un jugo saludable. “La sustitución de grasas saturadas por grasas insaturadas en la dieta, contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. Tanto el ácido oleico como el ácido omega3 son grasas insaturadas“, explica el Dr. Plaza; quien añade que, “para disminuir el riesgo cardiovascular y en general mejorar la salud, es recomendable volver a las viejas costumbres de la dieta mediterránea y utilizar el aceite de oliva como principal grasa de nuestra dieta“
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